Los coches son iguales


Los coches son iguales
en todo el mundo.
Los coches son iguales
en todo el mundo.
Se hacen igual.
Se venden igual.
Van en desfiles.
Se abandonan cuando son viejos.
Los coches son iguales
en todo el mundo.

Los coches son iguales
en todo el mundo.
Los coches son iguales
en todo el mundo.
Llevan el motor delante.
El gato detrás.
Pero las ruedas llevan la peor parte.
Tienen piñones y cremalleras.
Los coches son iguales
en todo el mundo.
Los coches son iguales
en todo el mundo.

Pero las personas son más raras.
Cambian con las curvas
y de un huso horario a otro.
Es fácil observar
que se encierran dentro de sus fronteras
y se creen inmunes.
Les gusta mantener sus diferencias
y pierden el tiempo,
pero los coches son iguales
en todo el mundo.
Los coches son iguales
en todo el mundo.

Se conducen por la izquierda.
Se conducen por la derecha.
Están expuestos al robo
en medio de la noche.
Los coches son iguales
en todo el mundo.
Los coches son iguales
en todo el mundo.

Una vez tuve un coche
que era como mi casa
Vivía en él, amaba en él.
Le sacaba brillo al parachoques.
Si alguna de mis casas
se hubiera parecido a aquel coche
probablemente no habría
llegado tan lejos.
Los coches son iguales
en todo el mundo.
Los coches son iguales
en todo el mundo.


© Traducción/Translation: José María Escudero, 1999

 
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