Entrevista a Paul Simon:

"No sé por qué Art Garfunkel está tan enfadado conmigo"

por Neil McComick


“La fama es tóxica ", dice Paul Simon. "Es realmente una cosa mala, llena de desinformación y no ayuda a tu mente en absoluto. Lo complicado es que, si eres popular y estás haciendo un buen trabajo, es difícil alejarse de ella".

El cantante y compositor de 75 años de edad acaba de ser abordado en la puerta de su oficina en Manhattan, para posar en un selfie con un fan por lo menos 50 años más joven que él. "Odio los selfies", comenta después. "Para ser sincero, siempre he odiado que me hagan fotos".
No obstante sigue siendo amable al respecto. "Es una cosa extraña. Pero, sabes, cuando Artie y yo tocamos con los Everly Brothers, no podía expresar lo mucho que significaba para nosotros. Así que supongo que es lo mismo. Mi música juega un papel importante en la vida de algunas personas".

Él ha conducido desde Connecticut, donde vive con su esposa desde hace 24 años, la cantante Edie Brickell. El más joven de sus tres hijos comenzó la universidad este año. "Se nos ha vaciado el nido ", se encoge de hombros Simon.

Su oficina es un espacio amplio y espacioso, en lo alto de un rascacielos cerca de Central Park. Las paredes y las vitrinas de cristal están ocupadas con buen gusto por memorabilia personal, la mayoría de ellas de béisbol (siempre ha sido un aficionado a los deportes) y de música. Hay sólo un par de fotos de él con su ex compañero musical, Art Garfunkel, a quien se refiere, con intimidad casual, como Artie.

Una partitura enmarcada de 1969 muestra el título impreso Like A Pitcher of Water (Como una jarra de agua). "Dimos nuestra demo de Bridge Over Troubled Water a un arreglista, esto es lo que él entregó a los músicos de cuerda. Esa es la atención que le prestó.

El suelo del piso está ocupado por un antiguo piano de cola Bechstein y hay un contrabajo que perteneció a su padre, un profesor de universidad y músico de banda de baile. Una pintura al óleo de un hombre apuesto y delgado cuelga en una pared. "Ese es un retrato idealizado que me hizo mi madre", se ríe. En realidad Simon es más pequeño, fornido, pero muestra un vigor físico que desmienten el avance de sus años.

Al lado cuelga un retrato suyo, vivo y colorido,  del renombrado artista americano Chuck Close, de donde salió la portada al último álbum de Simon, Stranger To Stranger. Chuck es mi amigo. Probablemente sea el retratista más famoso de Estados Unidos. Me parece fascinante cómo ha cambiado su trabajo más reciente”.

Creo que es un vanguardista, pero cortado por diferentes arista a Kanye West y Drake. Dibujando desde un pozo diferente de sonido y ritmos.

Simon claramente encuentra una analogía con su propio último trabajo. "No creo que sea automático que a medida que envejeces te repitas y te vuelvas más aburrido. Si todavía estás aprendiendo y pensando en tu arte, estás vivo. Y a veces el último trabajo es una revelación".
Stranger to Stranger, el 13º álbum en solitario de Simon, ha sido ampliamente aclamado como una obra maestra de un maestro compositor, llegando a ser número uno en las listas del Reino Unido en junio (número 3 en Estados Unidos). Puede que no suene mucho como el pop moderno, pero suena fresco, original y profundamente conectado con el mundo moderno, con alegres juegos de palabras, melodías fluidas y brillantes grooves rítmicos.

Simon se inspiró en las teorías musicales microtonales del fallecido compositor clásico americano Harry Parch. Habla con fascinación sobre cómo nuevas afinaciones dieron forma a su composición, aunque se encoge de hombros “¿Cómo no le interesa a la mayoría de la gente?". Él Está igualmente absorto por los patrones rítmicos, bromeando "Usted podría terminar un matrimonio por culpa del ritmo. '¿Qué?, ¿Te gusta ese disco? Tendremos que ver a los abogados".

Él sugiere que la esencia de su don musical es una intensa conciencia del sonido. "No pienso en hacer nada nuevo. Soy terriblemente pasivo en mi personalidad. Pero tengo muy buenos oídos. Oigo cosas todo el tiempo, sin siquiera intentarlo. Soy consciente de los sonidos de todo, como los sonidos de la calle ahora mismo, y cuando las cosas suenan bien, me puedo perder en ellas.

"Eso es lo que buscas como músico, eso es el sueño. Y eso es lo que me hace seguir adelante, porque la sensación es tan placentera, sea cual sea la mezcla de dopamina y serotonina en tu cerebro, es tan buena, que sigues tratando de conseguirla de nuevo.

Es interesante el enfoque de Simon en lo referente a lo musical de lo que hace, cuando es posiblemente uno de los más reconocidos y grandes letristas de la música popular de todos los tiempos. “Siempre escribo las letras lo último”. Una vez que estoy trabajando en una canción, pienso en ella todo el tiempo, buscando una frase o una idea”.

"Muy a menudo escribo cuando estoy conduciendo, es una de las cosas que me hacen un mal conductor, realmente no estoy prestando atención a la carretera, pongo la canción una y otra vez y canto lo que me venga. Eventualmente, me siento y escribo en un bloc de notas. Lo haces lo mejor que puedes y lo dejas ir".

Hay, señala, "muchas bromas" en sus canciones. "Para mí, es una imagen más veraz de lo que está pasando. Porque en medio de todo el caos, la tensión y la ansiedad en que vivimos, la gente todavía se ríe y yo también, aunque me deprima por un montón de cosas".

Canciones como The Werewolf, The Riverbank y Cool Papa Bell ofrecen comentarios claros sobre el tipo de desigualdades económicas y sociales que actualmente polarizan la política en América y Gran Bretaña. Una pista, Wristband, gira en torno a una historia cómica de ser accidentalmente expulsado fuera de su propio concierto y se convierte en un himno de protesta, imaginando una revolución de "los niños que no pueden permitirse la marca guay / Cuya cólera es una abreviatura / Tienes que conseguir una pulsera / Si no la tienes, no puedes pasar por la puerta".

"Fue sólo una idea divertida que se convirtió en una metáfora para los que tienen y los que no tienen. Sin eso, la canción sería mucho menos interesante, pero en el fondo, es algo que está pasando". Simon insiste en que intenta "mantenerse al margen de ser claramente político. Tengo una categoría negativa de canciones en mente, y se llama 'Y mi punto de vista es...' Debe ser una canción, no una sermón, o corres el riesgo de aburrir a la gente".

Él especula sobre por qué diferentes canciones conservan relevancia sobre su carrera. "Estaba pensando en Mrs. Robinson, es una especie de canción nostálgica, pero tiene un verso político: "Lo mires por donde lo mires, saldrás perdiendo". Eso es más o menos lo que la gente piensa ahora sobre nuestras elecciones. Y es probablemente lo que estarán pensando en su país sobre salir de Europa. Pero Me & Julio Down by the Schoolyard no tiene mucho que decir y la gente todavía la ama. Captura una cierta alegría. Así que te lleva de vuelta al sonido. Si el groove es bueno, no pierdes tu placer".

Él piensa que The Sound of Silence será "siempre relevante" porque es "misteriosa" aunque "el mayor misterio es cómo escribí eso a la edad de 21 años. ¿De dónde vino? Realmente no lo sé. Lo mismo que Bridge Over Troubled Water. Casi parece que alguien más lo escribió. Esos misterios son interesantes”.

Él grabó esos clásicos con Art Garfunkel, una sociedad que está definitivamente terminada. "Lo está. Es música antigua, termina en 1970, y si no es divertido, no tiene sentido. Y no es divertido”. Garfunkel tiene una tendencia a hacer comentarios amargos a los medios de comunicación. Al hablar con The Telegraph en 2015, Garfunkel llamó a Simon un "idiota" y un "imbécil" y afirmó que al hacer amistad con Simon en la escuela cuando eran adolescentes, "creó un monstruo".

"Hay un tipo que lucha con sus demonios", dice Simon. "Y entiendo que es una batalla dura que está luchando, pero si te acercas a él, entraras en la batalla y serás golpeado. Así es siempre. Las cosas que dijo en la prensa, no eran muy agradables, y realmente no eran exactas. No sé por qué está enfadado conmigo, realmente no. Está enfadado con mucha gente”.

Simon llega para una serie de conciertos alrededor de Gran Bretaña y Europa este mes. Él todavía goza actuando porque "Algo sucede cada noche. Es una forma de permitir que la energía de la audiencia infunda la música, y es un gran placer".

Él ha estado jugando con la idea de tomarse un año de descanso sólo para ver lo que sucede cuando sus "energías creativas no se canalicen en el habitual producto final", pero insiste en que no tiene planes de retirarse. "Mi sentimiento sobre el final de las cosas, incluyendo mi carrera musical y pasando al tema más grande, mi vida, me gustaría hacerlo bien, me gustaría que fuera elegante. No tiene que ser espectacular. De hecho, yo prefiero que no lo sea. Haces tu trabajo con respeto por el trabajo y una dignidad por lo que eres, y el trabajo se hace lentamente más oscuro. O no lo hace.

"Mira a Matisse en sus últimos años, pensabas '¿Cómo podría él hacer algo que se comparasen a sus pinturas clásicas?' Y luego hace esos fabulosos recortes que tienen toda esta alegría, así que puede suceder. Pero no tengo la intención de hacer nada, aparte de terminar bien. Ésta parece ser una tarea suficientemente grande e interesante. Me gusta trabajar. No hay mucho más en que pensar".

 

 

4 de Noviembre de 2016
The Telegraph (UK)
(Traducción: The Sound of Simon)

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