Lázaro


LÁZARO
Mientras estés junto a la autopista de Tucson
te perseguirá la sombra de la capa.
En tu viaje quizás no te pregunten por la cárcel
pero tu alma no tiene escapatoria.
Y de aquella mujer sobre el horizonte
nunca conocerás sus alegrías
hasta que no hagas tu confesión
en nombre de tu salvador, Agrón.

En la frontera, más allá de la Mezquita y la salvia,
donde el río brilla como un cuchillo,
los de la noche llevan su equipaje
y sueñan con una vida mejor.
Mi mano los dejará entrar
si confiesas tu pecado.

CORO
Ayúdanos, ayúdanos con la oración.
Rompe una rama para que crucemos el río más allá.
Para que alcancemos nuestra salvación
con su promesa de la mañana de la creación.

SALVADOR
En primer lugar, no vengo con nada.
Es cuanto reciben los pecadores.
Hasta estos días de libertad valen menos que el alquiler de un año.
Me seguiste por todo el país
y compartiste su luz en un autocar.
Eres el extraño al que nunca le hablaría.
Hoy eres San Lázaro.

A ver ¿dónde está la lluvia que me prometiste cuando era niño?.
¿Es que crees que no tenía memoria
cuando mi mente era un mono salvaje?.
No soy aquel tonto de Mayagüez.
¡He vivido en el infierno dieciséis años!
Ya no creo en los rezos infantiles.

LÁZARO
Mataste y luego sonreiste.

SALVADOR
Sé que los remordimientos serían un río en el desierto de mi corazón.
La pérdida es para Dios el magnánimo.
Pero mis lágrimas no brotarán.

El estado de Nueva York me encarceló.
El estado de Nueva York me ha puesto en libertad.
He roto la cadena del dolor y su recuerdo.


© Traducción/Translation:José María Escudero, 1999

 
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