Simon y Garfunkel «maquillan»
sus canciones más conocidas
Su disco de grandes éxitos ha vendido 60.000 copias en España

 

por Silvia Grijalba


Art Garfunkel está sorprendido (o al menos eso dice). El 50% de Simon y Garfunkel, aquel dúo indispensable en cualquier casa progre-hippie de los 70, dice estar gratamente asombrado del interés que despierta en la prensa el disco (doble) de grandes éxitos del dúo que se acaba de publicar. «No pensaba», afirma, «que la prensa europea pudiera seguir interesada en Simon and Garfunkel, imaginaba que nos habían olvidado».

The best of Simon and Garfunkel (Sony), que ya ha llegado a vender 60.000 ejemplares en España, reúne en dos discos compactos las canciones más conocidas de un dúo que pese a llevar varios años separados y haber emprendido carreras en solitario (la de Paul Simon, enfocada hacia los ritmos étnicos, con mucho más éxito que la de Garfunkel) sigue vigente gracias, especialmente, a las miles de versiones que se han hecho de algunos de sus temas, como The Boxer, Mrs Robbinson (posiblemente mejor que el original, la de los Lemonheads) o el casi himno Bridge over trouble water.

«Hay grupos», comenta al respecto Garfunkel, «a los que les molesta que otras bandas hagan versiones de sus canciones, pero a mí me parece estupendo, te dan una visión distinta de lo que tú hiciste hace un montón de años. Lo que me parece más difícil y bastante menos interesante es que el propio grupo haga una nueva versión de su obra, normalmente se cae en tópicos. Por eso con este disco de grandes éxitos lo que hemos hecho ha sido mejorar la calidad de las grabaciones que, al ser tan antiguas, se habían quedado un poco obsoletas. Son las mismas canciones, pero se oyen mejor».

Sonido
Garfunkel confiesa que es un obseso del sonido, algo que reconoce que se convierte casi en una enfermedad cuando graba un disco.

Ahora está acabando un nuevo trabajo en solitario del que únicamente avanza («porque en esta entrevista», dice, «estamos hablando del disco de Simon and Garfunkel, no de mi carrera en solitario») que probablemente saldrá en marzo, que no tiene nada que ver con el sonido de Simon y Garfunkel y que lo traerá de gira por Europa en primavera o verano. «Esa es la mejor época», afirma, «para visitar el Viejo Continente, donde posiblemente me iré a vivir dentro de un par de años».

Pero además de sus aventuras musicales propias, Garfunkel afirma que está muy al día de las últimas corrientes musicales. El rap le interesa especialmente y no descarta la posibilidad de producir algún grupo de ese estilo.

«En la música», afirma el músico, «creo que es muy importante que las canciones digan algo, que ayuden a cambiar lo que no nos gusta del mundo o al menos, a entenderlo. Nosotros lo intentábamos en nuestra época y creo que muchas de esas canciones siguen vigentes porque hablaban de asuntos eternos, que siempre preocuparán al ser humano, como la libertad, la lealtad o el amor».

Una carrera inestable
Como en Pili y Mili, El Gordo y el Flaco, Romina y Albano o Tom y Jerry (así se llamaban Paul Simon y Art Garfunkel antes de convertirse en un dúo comprometido) en todas las parejas artísticas llega un momento en el que hay que tomar partido por uno de los dos y eso suele coincidir con la disolución del dúo. En este caso Paul Simon ha sido el que ha conseguido, con la venta de sus discos de raíces africanas, una mayor aprobación del público y Garfunkel ha sido el hermano pobre.

De todas formas, con Songs from a parent to a child (1998) remontó su carrera construida a base de directo -«si no consigues llegar al público por medio de tu discográfica debes intentarlo tocando en vivo»-, aunque no abandona una intermitente carrera como actor que nos permitió verle en Conocimiento carnal o Illusions.

5 de Diciembre de 1999
El Mundo

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