Publicado el 9 de Mayo de 2006 en USA,
Y el 23 de Mayo en España
Referencia: Warner Bros/Wea 9362-49982-2
Producido por Paul Simon.
Paisaje sónico de Brian Eno.
Grabado y programado por: Andy Smith.
Mezclado por: Tchad Blake.
Masterizado por: Bob Ludwing.
Fotografía de Portada: Geoff Spear.
Diseño: Chip Kidd.
"No me gustó la forma de hacer este álbum. Iba a un estudio con un bateria y luego hacia las líneas de guitarra y volaba a Inglaterra para enseñarselo a Brian [Eno] y él haría su cosas y luego volaba de regreso. Eramos sólo yo y un ingeniero, y me pareció una experiencia muy solitaria. Estaba muy solo".
Paul Simon (Rolling Stone, 2013)
Paul Simon: la introspección eléctrica de Surprise
Tras el discreto recibimiento de You’re the One (2000), Paul Simon volvió a tomarse un largo periodo de silencio discográfico. Parte de ese tiempo lo dedicó a una extensa gira mundial de reunión con Art Garfunkel, que llevó al dúo por Estados Unidos, Europa y Asia, reavivando el interés por su legado y demostrando que, pese al paso de los años, su química musical seguía intacta. Aun así, una vez finalizada la gira, Simon volvió a centrarse en su propio camino creativo, consciente de que debía encontrar una nueva voz artística para seguir adelante.
Su siguiente álbum, Surprise (2006), representó un intento deliberado de renovación. A sus 64 años, Simon seguía buscando un modo de hacer avanzar su música sin traicionar su esencia como compositor. Si You’re the One había sido un trabajo introspectivo, sereno y marcado por la felicidad doméstica, Surprise se presentaba como un nuevo experimento sonoro, donde Simon se alió con Brian Eno —el productor británico conocido por su trabajo con David Bowie, U2 y Talking Heads— para construir un paisaje más electrónico, ambiental y contemporáneo.
La colaboración con Eno fue decisiva. Simon quería que su música sonara moderna, pero sin caer en la moda o el artificio. Eno, por su parte, aportó lo que llamó “paisajes sónicos”: capas de texturas electrónicas que envolvían las composiciones de Simon sin restarles claridad ni calidez. El resultado fue un disco que combinaba guitarras acústicas con sintetizadores, percusiones digitales y coros procesados, logrando un equilibrio entre lo orgánico y lo tecnológico. En una época dominada por el pop comercial y el auge del hip-hop, Surprise fue una obra atípica, ajena a las tendencias, pero coherente con el deseo de Simon de seguir explorando nuevos territorios.
Las canciones reflejan a un artista en plena reflexión sobre el paso del tiempo, la paternidad tardía, la fe y el sentido de la existencia. En “How Can You Live in the Northeast?”, Simon se pregunta qué define la identidad y la pertenencia en un mundo cada vez más fragmentado. “Father and Daughter”, escrita originalmente para la película The Wild Thornberrys Movie (2002), se convirtió en el corazón emocional del disco: una declaración de amor paterno sencilla y sincera, sin la ironía que a menudo marcó sus letras anteriores. En “Wartime Prayers”, Simon vuelve a su vena más espiritual, combinando una melodía clásica con un tono de súplica ante un mundo en guerra.
Musicalmente, Surprise destaca por su riqueza de arreglos y su claridad de sonido. Eno utilizó loops y tratamientos digitales para dar profundidad a las guitarras y voces, creando una atmósfera envolvente que acompañaba los textos con sutileza. Canciones como “Outrageous” o “Another Galaxy” muestran esa tensión entre el humor y la melancolía, entre el hombre que se resiste al envejecimiento y el artista que observa el mundo con distancia. “Once Upon a Time There Was an Ocean”, con su ritmo elástico y su letra llena de imágenes poéticas, resume bien el espíritu del álbum: una mirada madura, consciente del paso del tiempo, pero aún movida por la curiosidad y el deseo de entender.
En las entrevistas de promoción, Simon explicó que Surprise era, en parte, una respuesta a su propia sensación de desconexión con el presente. Quería explorar cómo la tecnología y la espiritualidad podían coexistir, cómo la vida cotidiana y el pensamiento abstracto podían reflejarse en la música. “No estaba tratando de sonar moderno por sonar moderno”, dijo, “sino de encontrar sonidos que se sintieran vivos en este tiempo”. El resultado fue un disco que, aunque no alcanzó las ventas de Graceland o The Rhythm of the Saints, fue recibido con respeto y cierta admiración por la crítica. Muchos elogiaron su ambición y la frescura de su sonido, y algunos lo consideraron su mejor trabajo desde los años ochenta.
Surprise no solo consolidó la alianza entre Simon y Eno, sino que también demostró que, incluso después de más de cuatro décadas de carrera, Paul Simon seguía siendo un compositor inquieto, reacio a repetirse. En lugar de refugiarse en la nostalgia, usó la experiencia y la duda como motores creativos. Las canciones, con su mezcla de observación personal y comentario social, reflejan la madurez de un artista que no busca respuestas definitivas, sino nuevas formas de plantear las preguntas.
En conjunto, Surprise puede entenderse como la continuación natural de You’re the One: si aquel disco representaba la serenidad y la aceptación, este mostraba el reencuentro con la curiosidad y el riesgo. Paul Simon, lejos de detenerse, seguía avanzando con una lucidez poco común en la música popular. Era, en palabras de un crítico, “el trabajo de un hombre que aún escucha el mundo con oídos nuevos”.