Ella era tu Madre

 

Hace mucho tiempo, sí,
antes de que tú nacieras, hijo.
Cuando yo estaba todavía soltero
y la vida era estupenda,
conseguí este trabajo de vendedor ambulante
que me permite viajar de un estado a otro.

Bueno, estaba en la esquina de Lafayette,
en el estado de Luisiana,
preguntádome a dónde podía ir un chico de ciudad
para charlar un rato,
beber un poco de tinto
y disfrutar un poquito de esas chicas Cajun
que bailan el Zydeco.

Me tropecé con una joven,
hermosa como un libro de oraciones,
dulce como una manzana de Navidad.
Me dije: “Buen Dios, qué buen suerte,
si éste es mi libro de oraciones,
entonces, Señor, recemos”.

Bueno, estaba en la esquina de Lafayette,
en el estado de Luisiana,
preguntádome a dónde podía ir un chico de ciudad
para charlar un rato,
beber un poco de tinto
y bailar al son de la música de Clifton Chenier,
El Rey del Bayou.

Bueno, ella era tu madre,
y él era tu padre,
antes de que tú nacieras, hijo,
cuando la vida era estupenda.
Sois el lastre de mi generación.
Pero te aseguro que te quiero,
dejemos éso claro.

Bueno, estaba en la esquina de Lafayette,
justo enfrente del The Public.
Me dirigía al Café de la Estrella Solitaria
para charlar un rato,
beber un poco de tinto
y ponerme a la sombra de Clifton Chenier
para pasarme toda la noche bailando.


© Traducción/Translation: José María Escudero, 1999
 
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