Many’s the time I’ve been mistaken
And many times confused
Yes, and I’ve often felt forsaken
And certainly misused
Oh, but I’m all right, I’m all right
I’m just weary to my bones
Still, you don’t expect to be
Bright and bon vivant
So far away from home, so far away from home
I don’t know a soul who’s not been battered
I don’t have a friend who feels at ease
I don’t know a dream that’s not been shattered
Or driven to its knees
Oh, but it’s all right, it’s all right
For lived so well so long
Still, when I think of the road
We’re traveling on
I wonder what went wrong
I can’t help it, I wonder what’s gone wrong
And I dreamed I was dying
And I dreamed that my soul rose unexpectedly
And looking back down at me
Smiled reassuringly
And I dreamed I was flying
And high above my eyes could clearly see
The Statue of Liberty
Sailing away to sea
And I dreamed I was flying
Oh, we come on the ship they call the Mayflower
We come on the ship that sailed the moon
We come in the age’s most uncertain hour
And sing an American tune
Oh, it’s all right, it’s all right
It’s all right, it’s all right
You can’t be forever blessed
Still, tomorrow’s going to be another working day
And I’m trying to get some rest
That’s all I’m trying to get some rest
Guitarra: Paul Simon
Teclados: Bobby James
Bajo: Bob Cranshaw
Batería: Grady Tate
Arreglo de los acordes: Del Newman
Grabada en los "Morgan Studios", Londres, Inglaterra.
Ingeniero de sonido: Roger Quested y Phil Ramone
La versión que aparece en Greatest Hits, Etc. incluye:
Violines: Kathy Kienke y Richard Sortomme
Cello: Janet Hamilton
Viola: Alfred Brown
© 1973 Paul Simon (BMI)
Disco:There Goes Rhymin' Simon
Comentarios: Uno de los grandes temas de Simon. Da la impresión de haber sido un deliberado intento de volver a alcanzar un éxito de la magnitud del Bridge y estuvo cerca.
Se trata de una reflexión sobre la historia de USA desde la llegada de los padres peregrinos hasta el impeachment de Nixon (coetáneo a la canción), tratada como si fuera una especie de himno, lleno de belleza y poesía. Aunque impregnada del pesimismo que en aquel momento se cernía sobre todos los americanos por el vergonzoso tema del Watergate y la dimisión de Nixon.
Esta visión de agotamiento colectivo refleja una nación desgastada por las luchas políticas y sociales. Sin embargo, hay un tono de esperanza en la canción, o al menos una aceptación resignada de que la vida continúa. El autor propone a sus compatriotas que, al igual que los millones de emigrantes que construyeron su nación, vuelvan sus ojos hacia la Estátua de la Libertad, como hicieron estos al llegar.
Envuelta en una bella melodía derivada de la Pasión según San Mateo de Bach, es una pieza maestra y demuestra de qué modo tan distinto se aproxima Simon a un clásico si se compara con los intentos de Garfunkel en este sentido (Feuilles Oh).
La canción ha sido interpretada como un comentario sobre el costo de los ideales americanos y la dificultad de mantenerse fiel a ellos en tiempos de crisis. A pesar de haber sido escrita en los años 70, ha seguido resonando en momentos de incertidumbre en la historia de EE. UU. Artistas como Willie Nelson y Mavis Staples han hecho versiones de la canción en diferentes contextos políticos y sociales.
Fue elegida en 1973 como Canción del Año por la revista Rolling Stone.