I'm sitting in the railway station.
Got a ticket to my destination.
On a tour of one-night stands my suitcase and guitar in hand.
And ev'ry stop is neatly planned for a poet and a one-man band.
Homeward bound,
I wish I was,
Homeward bound,
Home where my thought's escaping,
Home where my music's playing,
Home where my love lies waiting
Silently for me.
Ev'ry day's an endless stream
Of cigarettes and magazines.
And each town looks the same to me,
the movies and the factories
And ev'ry stranger's face I see reminds me that I long to be,
Homeward bound,
I wish I was,
Homeward bound,
Home where my thought's escaping,
Home where my music's playing,
Home where my love lies waiting
Silently for me.
Tonight I'll sing my songs again,
I'll play the game and pretend.
But all my words come back to me in shades of mediocrity
Like emptiness in harmony I need someone to comfort me.
Homeward bound,
I wish I was,
Homeward bound,
Home where my thought's escaping,
Home where my music's playing,
Home where my love lies waiting
Silently for me.
Silently for me.
Guitarra Acústica: Paul Simon y Joe South
Teclados: Al Kooper
Bajo: Carol Kaye
Batería: Bobby Gregg
© 1965 Paul Simon (BMI)
Disco: Parsley, Sage, Rosemary And Time
Comentarios: Una de las grandes obras maestras de Simon. Inspirara por lo mucho que echaba de menos a su novia Kathy durante una gira de nueve fechas a finales del verano de 1965 por pubs folks de la zona de Liverpool-Manchester.
Sobre su gestación hay confusion y el propio Simon no parece tenerlo claro: "Si conoces Widnes (Liverpool) comprenderás cuán desesperadamente intentaba regresar a Londres lo más pronto posible" dijo Simon. "La canción surgió de este sentimiento...Fue escrita en Liverpool, estando de gira. Lo que me gusta de ella es que me trae vivos recuerdos de la estación de ferrocarril de Liverpool, y de sus calles, y del pub en el que tocaba y de cómo era yo con 22 años, es como una fotografía de hace mucho tiempo....La escribí en la estación de tren de Liverpool...en aquella época trabajar en el circuito folk era imitar a Bob Dylan. Tenías que ser un poeta. Es lo que esperaban de ti. A mí me parecía un coñazo. Lo que yo quería era volver a Londres con mi novia Kathy".
Cuando esa historia se extendió, los fans se dirigieron a Widnes. Los habitantes de la ciudad, que durante mucho tiempo fueron objeto de bromas por el mal olor que desprendían los gases de las plantas químicas locales, acogieron con satisfacción cualquier atención positiva y colocaron una placa en el exterior de la estación de tren para señalar el lugar donde creían que Simon había escrito la canción. Aunque posteriormente Simon intentó aclarar la situación diciendo que cree que solamente le llegó la inspiración en Widnes para “Homeward Bound” no la letra, la historia era ya difícil de matar.
La última palabra sobre “Homeward Bound” la tiene Geoff Speed que dirigía el club folk Windsor de Widnes, donde, el 13 de septiembre de 1965, Simon cantó durante una hora. Fue él quien llevó a Simon a la estación de tren de Widnes el día en que se suponía que había escrito la canción. “Siempre me ha parecido una bonita historia, pero es imposible que escribiera la canción en la estación”, afirma Speed. “Lo que más recuerdo de aquella mañana es que llegamos a la estación justo cuando llegaba el tren y Paul tuvo que correr para llegar. No tuvo tiempo de sentarse, y mucho menos de escribir una canción”.
Al Stewart (que triunfaría años después con "Year of the Cat") tenía una habitación junto a la de Simon en la casa donde se alojaba Paul Simon en Inglaterra (Propiedad de Judith Piepe), podía oír a Simon trabajando en sus canciones a través de las finas paredes. Stewart, cuatro años más joven que Simon, quedó tan impresionado que empezó a seguir a Paul a los clubes, incluso a llevar su guitarra en ocasiones, tratando de recoger algunos consejos. “Un día oí a Paul buscando la palabra adecuada”, cuenta Stewart. “Tocaba 'Sitting in a railway station, got a ticket for my….' Y después de una larga pausa, oí 'destination'. Al cabo de un rato, salió a la zona común y la tocó para todos los que estábamos allí”.
"Para un chico de 22 años es una canción que no está mal. Hoy en día me sigue conmoviendo" sentencia Paul.
Grabada en Nueva York durante la misma sesión nocturna que "I am A Rock".