Publicado en Noviembre de 1991.
Referencia: Warner Bros 26737.
Producido por Paul Simon.
Diseño: Jeri Heiden.
Fotografía de la portada: Kevin Coughlin.
Fotografía de la contraportada: Nick Elgar.
Comentario: Doble disco del famoso concierto grabado el 15 de Agosto de 1991
en el Central Park de Nueva York ante más de 700.000 personas.
También disponible en vídeo.
La ambición de The Rhythm of the Saints en directo
Tras el éxito de The Rhythm of the Saints, Paul Simon decidió trasladar la complejidad y riqueza rítmica de su disco a un escenario en vivo, con un despliegue sin precedentes en su carrera. La gira Born at the Right Time, que comenzó el 2 de enero de 1991 en el Tacoma Dome de Washington, reunió a diecisiete músicos, su banda más grande hasta entonces, combinando veteranos de Nueva York como Steve Gadd, Richard Tee y Michael Brecker con miembros de las bandas que habían acompañado los álbumes Graceland y Saints. La gira representó la serie de fechas continuas más extensa que Simon había realizado, recorriendo Estados Unidos hasta abril antes de trasladarse a Europa.
El concierto gratuito en Central Park, realizado tras la vuelta de Simon de su gira europea y siendo el segundo de la nueva manga de fechas en Estados Unidos, se convirtió en un evento monumental: más de 750.000 personas asistieron, y la actuación fue retransmitida en directo por HBO y radio, consolidando la reputación de Simon como uno de los grandes artistas capaces de combinar virtuosismo musical con un espectáculo masivo. El repertorio incluyó canciones de Graceland y Saints, con especial atención a la percusión africana y brasileña que había caracterizado el disco más reciente, así como algunos clásicos de Simon & Garfunkel, cuidadosamente reinterpretados para la gran banda.
Musicalmente, el concierto destacó por su aproximación a la "big band" de estilo africano: percusión intensa, guitarras, teclados, vientos y voces combinados en arreglos que transmitían tanto la complejidad rítmica como la calidez melódica de sus discos recientes. Como señaló Jon Pareles en The New York Times, Simon había encontrado una forma de hacer que la música sonara no solo sofisticada, sino también divertida y accesible al gran público, demostrando su habilidad para unir meticulosidad artesanal con espectáculo y entretenimiento.
Mientras tanto, la relación con Art Garfunkel seguía siendo tensa. Cuando Garfunkel se enteró del concierto, esperaba que Simon le llevara al escenario para uno o dos números como artista invitado, pero Simon prefirió contar con Olodum, el grupo de percusión brasileño que había participado en Saints. En una entrevista en el New York Times publicada esos dias dijo comentó: “No soy lo bastante bueno como para que me inviten. Supongo que afectaría a su prestigio”. A pesar de la decepción, Garfunkel mantuvo la compostura y reconoció la maestría de Simon, incluso señalando que la inclusión de los clásicos de Simon & Garfunkel funcionaba como “as en la manga” para los conciertos.
La grabación en directo, publicada en noviembre de 1991 como Paul Simon’s Concert in the Park, capturó la energía de la banda y la interacción con el público, ofreciendo una experiencia cercana a la de estar presente en el Great Lawn de Central Park. La química entre músicos y cantantes, muchos de ellos colaboradores habituales, permitió que Simon trasladara con fidelidad la riqueza sonora de Saints al directo, haciendo que la percusión, los vientos y las armonías vocales se integraran de manera natural en la experiencia escénica.
El éxito del concierto y del álbum en directo consolidó a Paul Simon como un intérprete capaz de mezclar virtuosismo técnico, sensibilidad cultural y carisma escénico. Más allá de los números, la gira demostró su habilidad para conectar con un público masivo sin perder la sofisticación musical, llevando a los escenarios la amplitud de sus exploraciones rítmicas y melódicas, desde África y Brasil hasta Nueva York. La gira culminó en diciembre de 1991 en Ciudad de México, con Simon continuando su recorrido por Sudáfrica en enero de 1992, cerrando un ciclo que mostró cómo la música de Saints podía trascender el estudio y convertirse en un fenómeno en directo.
En definitiva, Paul Simon’s Concert in the Park no solo fue un hito en la carrera del cantautor, sino también un ejemplo de cómo un artista puede transformar la complejidad de un álbum global en un espectáculo masivo sin perder la esencia, la autenticidad y la conexión con la audiencia.